En diálogo con GABAL, Gabriel Tusar detalló la problemática del jabalí en la región y cómo su presencia se ha convertido en una de las principales preocupaciones ambientales y rurales.
Recordó que el origen de esta expansión se remonta a más de 20 años, cuando ejemplares escaparon de una estancia en Balcarce tras un incendio. Desde entonces, la especie se multiplicó y hoy abarca desde Sierra de los Padres hasta Necochea, llegando incluso a Tandil y la zona de Cinco Cerros.
“El jabalí es una de las especies invasoras más fuertes del mundo, y acá se ha reproducido de manera acelerada por la gran disponibilidad de maíz y otras siembras. Cada hembra puede tener entre 7 y 12 crías en lapsos muy cortos, lo que lo convierte en una plaga”, señaló Tusar.
Sin embargo, aclaró que el animal no representa un peligro para quienes realizan actividades al aire libre. “No ataca a las personas. Si alguien se cruza con un ejemplar mientras camina o corre, lo recomendable es dejarlo tranquilo y seguir de largo”, aseguró.
También explicó que, a diferencia del chancho de corral, el jabalí se distingue por su pelaje más duro y oscuro. Además, indicó que su carne es magra y apta para consumo, con bajo riesgo de enfermedades, siempre que se realicen los análisis correspondientes.
Por último, destacó que la caza deportiva ha contribuido a controlar parcialmente la población, aunque no alcanza para detener el avance de la especie en la zona serrana.
Te puede interesar: