Ocho provincias del país definieron este domingo la renovación de 24 bancas en el Senado de la Nación. El oficialismo no ponía en juego escaños propios, y el resultado terminó configurando un escenario favorable para el Gobierno nacional, que sumará fuerza política en la Cámara alta.
La Libertad Avanza (LLA) realizó una gran elección en todo el país y, aunque el Senado seguirá siendo una cámara difícil para el oficialismo, el bloque libertario casi triplicará su representación: pasará de siete a veinte legisladores propios. Con este número, el espacio que conduce Javier Milei quedará a solo cinco bancas del “tercio bloqueador” (25) y a 17 del quórum necesario para iniciar sesiones (37).
Esa diferencia convierte en decisiva la estrategia de alianzas que el oficialismo viene tejiendo con gobernadores y bloques provinciales, varios de los cuales ya acompañaron proyectos del Ejecutivo durante el año.
En paralelo, el peronismo quebró su histórico piso de 30 bancas y retrocederá de 34 a 28, su número más bajo desde el retorno de la democracia. Aun así, conservará la primera minoría y, al mantener más de un tercio (24), podrá condicionar la negociación de temas clave, como la designación de jueces para la Corte Suprema.
Entre los espacios que perderán peso aparecen la Unión Cívica Radical, que descenderá de 13 a nueve senadores; el PRO, que bajará de ocho a seis; y el interbloque “Provincias Unidas”, que deberá definir si se inclina hacia el oficialismo o hacia la oposición en la nueva composición parlamentaria.
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