Durante su discurso en el acto oficial por la Revolución de Mayo, realizado en el atrio de la Parroquia San José, Francisco Ridao compartió una profunda reflexión en torno a la importancia de los valores fundacionales de nuestra patria, la transmisión de ese legado a través de la educación y la necesidad de soñar en grande para transformar la realidad.
"Celebramos la conformación de nuestro primer gobierno patrio, ese puñado de criollos que enarbolaron las banderas de la libertad y la soberanía. Lo hicieron soñando, con principios que se transformaron en legado", sostuvo.
Ridao también valoró la figura de la plaza como símbolo de encuentro ciudadano: “La plaza es muy simbólica. Es el lugar donde celebramos y también donde nos reunimos cuando algo nos preocupa. Es un espacio común que nos permite expresarnos, debatir y construir comunidad”.
En ese sentido, sumó una reflexión del Papa Francisco, tomada de una de sus visitas a La Habana en 2015, dirigida especialmente a los jóvenes: "Sueñen en grande. No importa que a veces sueñen cosas que nunca se van a cumplir. Abracen cosas grandes y piensen que el mundo va a ser mejor con ustedes. Y si a veces se les va la mano con los sueños, no importa, porque la vida los va a ir acomodando. Pero primero sueñen."
Finalmente, Ridao cerró su mensaje deseando que los consensos logrados en comunidad “se conviertan en acciones positivas que hagan crecer a todos” y que cada gesto cotidiano “contribuya a engrandecer ese legado que recibimos”.
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