En una entrevista radial, el ex presidente Alberto Fernández analizó el presente del peronismo y su rol dentro del espacio, reconociendo que el movimiento atraviesa un momento complejo. “Este resultado se da como consecuencia de una serie de realidades que hay que analizar con cuidado para no equivocarnos. Nos venimos equivocando hace mucho tiempo”, admitió.
El ex mandatario sostuvo que al peronismo le cuesta conectar con la sociedad y que el desafío pasa por “no buscar culpables para sostener la unidad”. En ese sentido, señaló: “Nos cuesta comprender la demanda, nadie se salva; no estamos logrando interpelar. Me extraña mucho que el peronismo, que nació en la calle, le tenga tanto miedo a escuchar a la gente”.
Respecto al gobernador bonaerense, fue categórico: “Pretender decir que la culpa es de Kicillof es complicado. El gobernador garantizó el triunfo en Buenos Aires. Cargarle la culpa a Axel es una enormidad; estamos lastimando a un proyecto de presidente”. También defendió a los intendentes, a quienes definió como “grandes funcionarios cuando se los convoca” y pidió “dejar de maltratarlos”.
Fernández consideró que es momento de una renovación generacional dentro del espacio: “Debe aparecer una generación de reemplazo, entre los reemplazados estoy yo. El peronismo necesita una nueva juventud con autonomía de lo que vivimos los últimos 20 años”.
Sobre su vínculo con Cristina Fernández de Kirchner, fue enfático: “Nunca reconocí a Cristina como jefa política, el único jefe político que tuve fue Néstor. Nunca fui desleal, la lealtad también está en decirle que está equivocada”. Y añadió que, pese a las diferencias, “siempre luché por su inocencia”.
Consultado sobre una eventual candidatura presidencial de Kicillof, opinó: “Para que Axel pueda ser presidente, tiene que hacer un buen gobierno, y lo está haciendo, pero necesita diputados, senadores y una fuerza unida para poder gobernar”.
También repasó aspectos de su gestión: “Fuimos el gobierno con menor desocupación en democracia. Lamento mucho no haber podido contener la inflación”, y defendió su posición frente al FMI: “Decirle que no al Fondo era una bandera y quise enarbolarla; endeudarse con el Fondo es mala idea, pero mucho peor hacerlo con el Tesoro”.
Por último, Fernández denunció haber sido “víctima de un proceso de cancelación social donde los medios fueron grandes artífices” y concluyó con una frase que resume su visión del presente político: “Con Cristina definitivamente no alcanza, pero hace falta. La unidad es necesaria, pero no suficiente. Hay que abrirle la puerta a una nueva dirigencia y terminar con el verticalismo”.
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