La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) presentó un documento estratégico en el marco de la Semana de la Prevención de los Ahogamientos, que se realiza del 4 al 10 de diciembre, con un análisis actualizado sobre factores de riesgo, los datos nacionales más recientes y una serie de recomendaciones prácticas dirigidas a familias y cuidadores.
En Argentina, 48 niños menores de cinco años murieron por ahogamiento en 2023, lo que implica un promedio de un fallecimiento cada semana, según el Ministerio de Salud. Para la SAP, se trata de un fenómeno “tan estremecedor como evitable”, que exige supervisión permanente y medidas simples dentro y fuera del hogar.
La doctora Adela Armando, integrante del Comité de Prevención de Lesiones, señaló que la mayoría de los episodios en los más chicos ocurre en ámbitos domésticos: bañeras, baldes, pozos, inodoros, estanques o acequias, incluso con poca cantidad de agua.
Por su parte, la doctora María Cecilia Rizzuti advirtió que el ahogamiento en menores es rápido y silencioso, por lo que se requiere una vigilancia “100% dedicada, sin distracciones y con un adulto a menos de un metro”.
El documento también aborda los riesgos particulares de los adolescentes, más expuestos a situaciones peligrosas en ríos, lagos o el mar, donde influyen la imprudencia, el uso de sustancias, el desconocimiento del entorno y la falta de equipamiento adecuado.
Entre las recomendaciones más específicas, la SAP insiste en promover desde edades tempranas el aprendizaje de habilidades acuáticas, complementar esas prácticas con conductas prudentes y fomentar la capacitación en RCP para cuidadores y en el ámbito escolar.
El informe detalla además pautas concretas para la seguridad en piletas, entre ellas:
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Cercos perimetrales de 1,30 metros, con barrotes verticales separados por no más de 10 centímetros.
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Puerta única con cierre no accionable por niños.
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Eliminación de objetos que permitan trepar el cerco.
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Vaciado obligatorio de piletas inflables cuando no se usan.
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Protección de bocas de succión con rejillas seguras.
La SAP remarcó que ningún dispositivo técnico reemplaza la supervisión de un adulto, y afirmó que prevenir ahogamientos es una responsabilidad colectiva, que exige educación comunitaria y entornos seguros durante todo el año.