La actriz y escritora Inés Estévez se refirió públicamente al escándalo por maltratos contra menores en la Sociedad de Protección a la Infancia, durante una extensa entrevista en el programa “Código de Noticias”, que se emite por A24. Según explicó, el caso la impactó de manera directa y profunda, al punto de impulsarla a tomar contacto con autoridades locales y a ofrecerse como referente para uno de los niños.
“Escuché audios mucho más cruentos que los que se difundieron. El chico lloraba desconsoladamente y esta mujer le gritaba, relató Estévez al aire, al dar cuenta de la violencia verbal y física que se desprende del material que tomó estado público.
La actriz remarcó que se trata de niños que ya vienen atravesados por historias de violencia, por lo que señaló que “el personal tiene que estar preparado para no incrementar esa violencia”. En ese sentido, subrayó que hay más de una persona involucrada y que la investigación debe alcanzar a todos los responsables.
Estévez también destacó la valentía de quien grabó y difundió los audios, aun a riesgo de perder su trabajo: “Eso es lo que salva a este chico y a tantos otros. Si alguien graba, es porque esto ya pasó muchas veces”.
Uno de los puntos centrales de su intervención estuvo puesto en el presente y el futuro de los niños. “Más allá de que estas personas respondan ante la Justicia, lo que me preocupa es quién se está ocupando ahora de la psicoemocionalidad de estos chicos”, sostuvo. En ese marco, contó que intentó comunicarse con el intendente de Balcarce para plantear esa inquietud y ofrecer colaboración.
“Yo me ofrecí como referente. No hablo de adopción, sino de acompañar, supervisar su bienestar, su salud, su contención emocional. Ir, estar, ocuparme”, explicó. Además, señaló que la figura del referente o padrino puede ser una herramienta concreta para que la sociedad civil se involucre sin necesidad de una adopción formal.
Durante la entrevista, Estévez insistió en que el problema es estructural y no un hecho aislado: “Estamos llenos de ejemplos donde no hay supervisión real de quienes están a cargo de estas infancias. El problema es quién controla y cómo”.
También marcó una diferencia clara entre los hogares donde hay violencia y aquellos donde existe un compromiso genuino: “Hay lugares donde el amor es indescriptible. Personas que luchan contra el sistema, que ponen de su bolsillo. Pero así como existen esos espacios, existen estos otros”.
Sobre el cierre, dejó un llamado directo a la acción: “No alcanza con escandalizarse. Hay que involucrarse. Ofrecerse como madrinas, padrinos, referentes. Ir, mirar, estar presentes. Eso también es cuidar a los chicos”, concluyó.
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