La reina Isabel II mantuvo este miércoles una audiencia cara a cara con el general Nick Carter, el jefe del personal de Defensa británico, en su residencia del castillo de Windsor, parte de sus primeros compromisos en persona tras no haber asistido el pasado domingo al homenaje a los caídos en combate.
La soberana, ataviada con un vestido en tonos verdes, naranjas y adornos florales y luciendo un collar de perlas, fue fotografiada, sonriente, dando la bienvenida y charlando con el militar en una de las salas del castillo.
El encuentro entre la monarca, que es la jefa de las Fuerzas Armadas en el Reino Unido, y el general se produjo debido a que éste último planea dejar su cargo a fin de mes. Es su primera reaparición pública desde el 19 de octubre pasado. Tuvo una reunión con el Primer Ministro Boris Johnson, pero no se difundieron imágenes de ese encuentro.
Esa audiencia, que el palacio de Buckingham confirmó mediante un comunicado, se produce tres días después de que la monarca, de 95 años, se perdiera el acto en recuerdo de los caídos en combate --el llamado Domingo de Recuerdo-- que se celebró en el Cenotafio, a consecuencia de un problema en la espalda.
En ese acto fue reemplazada por su hijo, el Príncipe Eduardo. A pesar de no asistir, la reina transmitió un mensaje al sínodo, donde evocó el "sufrimiento" padecido por muchos durante la pandemia de COVID y la "esperanza" ofrecida al mismo tiempo por la Iglesia y la fe que ella profesa.
La salud de la reina ha sido motivo de alarma durante el último mes, al haber cancelado compromisos relevantes de su agenda, como su asistencia a la cumbre del clima Cop26 en Glasgow (Escocia), o una visita a Irlanda del Norte de dos días.
El pasado 20 de octubre, la soberana tuvo que permanecer ingresada una noche en un hospital de Londres para ser sometida a pruebas preliminares y los médicos le recomendaron que guardara reposo.
Fuente: EFE