Este viernes la firma Solimeno SA y Astilleros SPI presentaron oficialmente los buques pesqueros "Luigi" y "Anita", las embarcaciones de estas características más grande la Argentina. Se trata de dos barcos gemelos con capacidad para congelar entre 15 y 20 toneladas de mariscos por día y para almacenar entre 150 y 200 toneladas de pescado. El equipamiento y la tecnología es de origen europeo y el modelo diseñado fue estudiado para distintas artes de pesca (mariscos, merluza de cola, etcétera).

Antonio Solimeno, propietario de los barcos, subrayó que se trata de barcos de última generación y su construcción demandó de importantes trabajos a cargo de ingenieros de Solimeno SA y de Astilleros SPI. "Lo hicimos acá porque es para Mar del Plata y los marplatenses", aseveró. Solimeno consideró que la botadura de los barcos significan un "hito para la ciudad" y, en particular, para la industria naval. "Son los barcos pesquera más grandes que se construyeron en los últimos 50 ó 60 años".

Tanto el "Luigi" como "Anita" son buques de 39.90 metros de eslora y 11.50 metros de manga, y cuenta con todas las comodidades para una tripulación de 36 hombres, entre los que se cuentan tres oficiales de puente, tres de máquina, un cocinero y un enfermero. Los camarotes de tienen una dimensión de entre 8 y 9 metros cuadrados mientras que los radares como los equipos de pesca, censores de red y guinches son automatizados.

Solimeno dijo que se trata de un emprendimiento que empezó a desarrollarse hace cuatro años en función de la renovación de flota ya que algunos barcos empiezan a cumplir ciclos.

Por su parte, Sandra Cipolla, presidenta de SPI Astillero, dijo sentir "una enorme alegría" porque tanto en la construcción como en el uso de las embarcaciones están "involucradas decenas de familias". "Esto empezó en plena pandemia. Estábamos solos con Toni, tratando de pensar qué podíamos hacer. Nos hicimos todas las preguntas de porqué no es posible y luego dijimos: hagámoslo igual' porque vale pena. Así fue cómo se generó esto tan virtuoso que es la construcción de este tipo de embarcaciones que en toda su cadena de valor tuvo participación del armador, el astillero y los proveedores. El empresario es el que define y el que hace la inversión de riesgo porque vale la pena", contó Cipolla.

En ese sentido, destacó que los flamantes buques son un gran aporte a la industria naval y, a su vez, el sector "pone de pie a nuestro país". "Estamos atentos porque sabemos que cualquier desarrollo industrial que los argentinos queramos hacer, lo vamos a poder hacer. El empresariado está demostrando que hoy tenemos compromiso y ahora necesitamos que necesitamos políticas del Estado para que esto se haga realidad", enfatizó.

Fuente: 0223.com.ar