En la mañana de este miércoles, se llevó a cabo un sentido homenaje a Luis Vildoza en el patio de la Escuela Secundaria N° 3, donde se plantó una catalpa, árbol elegido por su sombra y significado simbólico de vida. La ceremonia se realizó en el marco del Día del Profesor de Educación Física y contó con la presencia de sus hijos Karina, Diego y Soledad, junto a autoridades municipales, colegas y alumnos.
La iniciativa fue impulsada por Sergio Rodríguez, quien compartió su emoción al concretar la idea “Luis era un amigo, no es algo que fuera propio mío, sino de todo el mundo en Balcarce. Trabajamos mucho juntos y, como me dedico a preparar árboles y forestaciones, quise donar uno para honrarlo. Trajimos tierra de su casa natal en Catamarca para colocar debajo, la tierra que lo vio crecer y desarrollarse como docente. Las personas se van físicamente, pero está en nosotros honrarlas eternamente. Es un árbol de sombra, un árbol de vida.”
El intendente Esteban Reino también participó del acto y recordó con afecto a quien consideró un amigo y referente “Tenía que venir, teníamos que estar. Luis era un amigo, además de un gran profesor y director. Fue uno de los armadores de nuestro grupo de gestión. Se lo extraña mucho, pero dejó mucho por Balcarce. Creo que no hay mejor símbolo que este árbol: da vida, como él lo hizo. Está cosechando lo que sembró, y ojalá dé sombra a muchos chicos de la escuela.”
Reino también destacó el compromiso y la vocación de servicio de Vildoza “Trabajó desinteresadamente dos años para nuestra gestión, a donoren. Estaba jubilado, pero siguió colaborando como secretario de Desarrollo Social sin cobrar un peso. Lo hacía por compromiso, por cariño, por el grupo y por la gente.”
Por su parte, Soledad Vildoza, hija del homenajeado, agradeció el reconocimiento y compartió un detalle muy especial del árbol plantado “Este homenaje ha sido muy movilizador para toda la familia. Mi papá dejó una semilla en cada persona que lo conoció. Bajo este árbol colocamos tierra de su casa en Catamarca, su tierra amada, que tanto lo representaba. Esta planta va a crecer y siempre estará viva aquí, junto con sus enseñanzas y todo el amor que dio a colegas, alumnos y amigos.”
El homenaje a Luis Vildoza, querido docente y director, se convirtió así en un gesto de memoria viva, enraizado en el mismo suelo donde enseñó, acompañó y dejó una huella imborrable en la comunidad educativa balcarceña.
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